La llamada «tartita de El Puerto», creada en la década de los 50 por José Mesa, ha traspasado fronteras y se ha convertido en un plato típico de la localidad. El cocinero Ángel León se ha inspirado en ella para uno de los postres de la próxima temporada del tres estrellas Michelín Aponiente.
Pepe Mesa (1951, El Puerto de Santa María) tiene muchas historias que contar, no solo por su edad, si no por una vida bien vivida en torno a su pasión, la hostelería, a la que se ha dedicado desde siempre como ya hizo su padre, el reconocido cocinero José Mesa González.
Fue él quien creó la Tarta Imperial o tartita de El Puerto. Todo un emblema local que ha traspasado fronteras. Y como todo lo que se convierte en un clásico, es versionado y colocado de nuevo en la actualidad. Así lo ha hecho Ángel León en los postres presentados en Madrid Fusión para la nueva temporada de Aponiente, con un milhojas hecho con pequeños trozos de calamares que rellena con una crema de mantequilla que se inspira en el dulce portuense.
José Mesa padre fue quien, en 1952, adaptó la receta de una tarta argentina que le gustaba mucho a Gloria Jiménez, por aquel entonces dueña del Parador de Fuentebravía. Un lugar que espontáneamente se estableció como el centro social de las familias vinateras del jerez. Pepe recuerda hoy el fino papel escrito a mano donde venía la fórmula de aquella tarta. Su padre hizo algún cambio, como sustituir el agua de azahar por el licor Cacao Pico, otro símbolo de El Puerto. Almendras, mantequilla, azúcar y huevos, son el resto de ingredientes que se siguen utilizando hoy.
Pero la historia de la tarta imperial no es solo la de ingredientes que se mezclan. Es la historia de la familia Mesa; la historia de quien se va fuera, vuelve para reencontrarse con los suyos, trabajar mano a mano con ellos y finalmente ser «bastante feliz», como cuenta el propio Pepe Mesa.